Estragos (Havoc), cine de acción violento y explosivo.
- Carlos Mera

- Apr 29
- 4 min read
Updated: May 1
La nueva propuesta por parte de Netflix que por fin llega a la plataforma después de algunos retrasos.

Título original: Havoc.
Año: 2025.
Duración: 96 min.
País: Reino Unido.
Dirección: Gareth Evans.
Guión: Gareth Evans.
Reparto: Tom Hardy, Jessie Mei Li, Timothy Olyphant, Forest Whitaker.
Género: Acción. Thriller | Policíaco. Crimen. Yakuza & Triada.
En la película “Érase una vez en… Hollywood”, dirigida por Quentin Tarantino, hay una escena en la que el personaje interpretado por Al Pacino pronuncia la frase: “Adoro esas historias con tantos muertos.” Esa línea tan directa y cargada de humor negro, podría perfectamente aplicarse a lo que siente cualquiera que vea “Estragos”, la nueva apuesta de acción que acaba de aterrizar en Netflix. Es más, podríamos decir sin temor a equivocarnos que aquel personaje habría disfrutado enormemente de esta película. Después de una larga espera marcada por retrasos y contratiempos durante su producción, finalmente esta película ha sido estrenada como la primera gran propuesta de acción del año por parte de la plataforma. La pregunta que muchos nos hacemos es inevitable: ¿logrará esta película destacar entre tantas otras del género y dejar una huella significativa, o se perderá entre la multitud de títulos similares?
“Estragos” o en su título original “Havoc”, cuenta la historia de Walker un detective veterano que se abre paso en un mundo criminal que amenaza con arrasar su ciudad. Tras un negocio de drogas que sale mal, Walker se encuentra con varias facciones pisándole los talones, mientras intenta rescatar al hijo distanciado del político, cuya participación en el negocio de drogas comienza a desentrañar una profunda red de corrupción y conspiración, Walker se ve obligado a enfrentarse a los demonios de su pasado.

El cineasta Gareth Evans ya había dejado claro, desde hace años, que es un verdadero maestro del cine de acción. Películas como “Merantau” o las aclamadas entregas de “Redada Asesina” (The Raid y The Raid 2) lo posicionaron como una figura clave del género, admirada tanto por el público como por la crítica. Con “Estragos”, Evans da un paso importante en su carrera: por primera vez trabaja con un gran presupuesto para una película de acción y por segunda vez el respaldo de una plataforma global como Netflix, ya que hace unos años hizo para la plataforma la película de terror "El Apóstol". Y lo más destacable de todo es que, a pesar de los recursos y la escala de producción, su estilo personal marcado por lo intenso, lo visceral, lo violento y lo meticulosamente coreografiado permanece intacto; ver su firma aún tan presente es tanto un lujo como una garantía de calidad. Porque parece que desde el estreno de “John Wick” en 2014, el cine de acción moderno entró en una nueva etapa, marcada por una estética estilizada, tiroteos milimétricamente diseñados y una violencia casi operística. Muchas producciones intentaron replicar esa fórmula con mayor o menor fortuna, pero pocas lograron encontrar una identidad propia. En ese contexto, “Estragos” se presenta como una excepción refrescante: no es una mera imitación, sino una obra que brilla con luz propia. La película se sostiene con escenas de acción originales, sólidas y rotundamente destacables, que demuestran que aún es posible innovar dentro de un género tan explotado. Gareth Evans, sin duda, reafirma aquí su posición como uno de los cineastas más consistentes y visionarios del cine de acción contemporáneo.
Sin embargo, todo lo que “Estragos” logra destacar en el terreno de la acción, lamentablemente se diluye cuando nos adentramos en el apartado narrativo. La película tropieza notablemente en lo que respecta a su historia y al desarrollo de sus personajes; no es que el guión sea abiertamente deficiente, pero sí resulta excesivamente básico y predecible, sin ofrecer giros interesantes ni una perspectiva fresca que renueve el género. La trama sigue caminos ya transitados, y no arriesga ni sorprende en ningún momento. Los personajes, por su parte, se sienten planos y carentes de profundidad, son figuras funcionales al relato, pero sin verdadera evolución ni complejidad emocional. Esto se nota especialmente en los interpretados por Forest Whitaker y Timothy Olyphant, actores de gran talento que aquí se ven limitados por un material poco inspirado. Incluso Tom Hardy, quien entrega una actuación sólida y logra cierta conexión con el espectador gracias a su presencia, interpreta a un protagonista que, en esencia, carece de matices. No se trata de personajes mal construidos, pero sí de figuras que no terminan de despegar ni dejan huella. En definitiva, el envoltorio visual y la adrenalina están presentes, pero el alma de la historia, aquello que realmente podría haber elevado el conjunto, se queda a medio camino.

En conclusión, “Estragos” se presenta como una propuesta ideal para los amantes del cine de acción más contundente, visceral y explosivo. Es una película que no escatima en intensidad y que ofrece un espectáculo visual diseñado para mantener al espectador al borde del asiento. Secuencias como la frenética persecución inicial, el caos desatado en la fiesta o el brutal enfrentamiento en la cabaña son solo algunos de los momentos que elevan la película y la convierten en una experiencia memorable para los fans del género. Si bien es cierto que el apartado narrativo deja bastante que desear con una historia sencilla, predecible y personajes poco profundos, este déficit se ve en buena medida compensado por la fuerza de su puesta en escena. En definitiva, no es una película que pretenda reinventar el género pero sí demuestra ser un espectáculo sólido y efectivo para quienes buscan acción pura y sin concesiones.




Comments