Ash, terror especial sin nada nuevo que ofrecer.
- Carlos Mera
- Apr 29
- 4 min read
Updated: May 1
Como en la vida misma, a veces las buenas intenciones no son suficientes para que las cosas salgan bien.

Título original: Ash.
Año: 2025.
Duración: 95 min.
País: Estados Unidos.
Dirección:Flying Lotus.
Guión: Jonni Remmler.
Reparto: Eiza González, Aaron Paul, Iko Uwais, Beulah Koale.
Género: Ciencia ficción. Terror | Aventura espacial. Supervivencia. Thriller psicológico.
Copiar no siempre es un acto de plagio; en el mundo del arte, el diseño y la creación, puede ser una herramienta poderosa de aprendizaje y evolución, o también a la hora de usar referencias no significa falta de originalidad, sino comprensión de un contexto más amplio. La clave está en reinterpretar, no en reproducir sin alma. Pues la nueva película de Amazon Prime Video: “Ash”, peca exactamente de lo contrario, ofreciendo una película nada original y además de ser una copia de varias películas, lo hace mal y sin nada de alma.
La película cuenta la historia de una tripulación, esta se encuentra en el misterioso planeta Ash. Riya se despierta y descubre que esa misma tripulación ha sido masacrada, ella no recuerda absolutamente nada, desconcertada y sin conseguir acordarse de nada será ayudada por un hombre llamado Brion. Con la llegada de este sujeto se desata un calvario de terror psicológico y físico mientras Riya y Brion deben decidir si pueden confiar el uno en el otro para sobrevivir.

Se podría considerar "Ash" como un experimento fallido, una oportunidad desperdiciada que, en teoría, prometía mucho más de lo que finalmente entregó. Sobre el papel, la película resulta sumamente atractiva: una propuesta que toma elementos de clásicos indiscutibles de la ciencia ficción y el terror como "Alien: El Octavo Pasajero", "Horizonte Final" y "La Cosa". Todas ellas son obras que a su manera, redefinieron el género, ya sea por su atmósfera, su construcción narrativa o su aproximación al horror cósmico y existencial. Además, la película no solo bebe de estas fuentes argumentales, sino que también se apoya en una estética visual que remite a películas contemporáneas como "Daniel Isn't Real", "Possessor" o "She Dies Tomorrow". Esto le otorga una apariencia moderna y sofisticada, cargada de simbolismo, filtros cromáticos intensos y un aire enrarecido; por lo que a simple vista la película bebe de fuentes potentes. Una amalgama de influencias que, bien equilibradas, podrían haber dado como resultado una obra con identidad propia, capaz de rendir homenaje a sus referentes sin depender de ellos. Sin embargo y muy tristemente, "Ash" toma un camino decepcionante: en lugar de extraer lo mejor de esas fuentes, parece seleccionar lo más superficial o menos interesante de cada una de ellas para dar como resultado en una película que, lejos de ser ambiciosa o provocadora, se queda en una narrativa plana, predecible y desprendida de verdadera tensión o impacto emocional. Lo que se acaba convirtiendo en un claro ejemplo de cómo una gran idea puede diluirse por una ejecución pobre. Una película que tenía todos los ingredientes para ser memorable, pero que termina siendo una experiencia insípida y genérica, incapaz de estar a la altura del legado del que intenta alimentarse. Y lo más triste es que las cosas originales e interesantes de la película quedan opacadas por todo lo mencionado anteriormente.
No obstante, calificar "Ash" como una película mediocre en su conjunto, no implica que no contenga cosas buenas que ofrecer. A pesar de sus múltiples tropiezos narrativos y estructurales, la película logra ofrecer destellos de calidad que evidencian un intento sincero por parte de sus creadores de hacer algo con alma y propósito. Uno de los aspectos más rescatables es su tercer acto, hacia el final de la película, esta misma parece encontrar por fin un ritmo coherente y una dirección clara, con momentos visuales y dramáticos que realmente destacan. Es en esta sección donde aflora lo que parecía ser la intención original del proyecto: un viaje oscuro hacia el terror psicológico, aderezado con pinceladas de body horror, con intenciones de incomodar y fascinar al espectador al mismo tiempo. Además, hay que reconocer que la película cuenta con una puesta en escena cuidada; desde el diseño de producción hasta algunos efectos visuales puntuales, se percibe una sensibilidad estética que contribuye a construir una atmósfera inquietante y envolvente. Y también, el primer tramo de la película en particular, consigue transmitir una sensación de incertidumbre y extrañeza que atrapa, aunque luego no se sostiene del todo. Hay ideas, hay intención, incluso hay momentos de inspiración, pero todo eso acaba quedando en segundo plano por lo negativo.

En conclusión, la película está a años luz de ser lo peor del año, y sería injusto negarle su capacidad para entretener y más si se aborda sin demasiadas expectativas. Si el espectador se permite disfrutarla sin un enfoque crítico, puede que incluso encuentre ciertos elementos disfrutables o intrigantes. Hay momentos aislados que funcionan, y en un visionado casual, podría llegar a dejar una impresión aceptable. Sin embargo, más allá de esos destellos, la película en su conjunto se siente limitada, repetitiva y vacía. Su narrativa avanza sin convicción, sus personajes carecen de profundidad emocional, y los protagonistas resultan planos, casi incapaces de transmitir una sola emoción genuina. Esta falta de alma convierte lo que podría haber sido una experiencia intensa y memorable en un relato monótono, que parece olvidar por qué sus referentes funcionaron tan bien en primer lugar. "Ash" acaba relegada al cajón de las películas olvidables: ni lo suficientemente mala como para volverse de culto, ni lo bastante buena como para destacar. Es, en última instancia, una oportunidad perdida, y eso es quizás lo más frustrante de todo.
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